viernes, 1 de junio de 2012

La Dehesilla


La resistencia de Numancia es símbolo de la lucha de un pueblo por su libertad, actitud que quedó marcada incluso en quienes la conquistaron por la cantidad de veces que la ciudad celtíbera fue citada por escritores de la antigüedad. En el año 133 a.C. el senador romano Escipión consigue que Numancia se rinda: algunos habitantes se convierten en esclavos romanos, pero muchos de ellos prefirieron suicidarse antes que entregarse a Roma. Hacía un año que el pueblo numantino pasaba hambre (después de 50 años de revueltas) porque Escipión había rodeado la ciudad estableciendo un muro con fuertes y campamentos unidos por una potente muralla: es lo que históricamente se conocer como el Cerco de Escipión: 7 campamentos romanos unidos por murallas de piedra de unos 9 kilómetros de perímetro: Castillejo, Alto Real, La Dehesilla, La Rasa, Peña Redonda, Valdeborrón y Travesadas. Incluso los 3 ríos que rodean Numancia actuarían también como frontera natural entre invasores e invadidos: Duero, Tera y Merdancho Estos muros tendrían un ancho de 2,4 metros de ancho y 3 de alto, precedidos de foso y empalizada aprovechando los ríos citados. La escasez de víveres fue lo que hizo que Numancia cayera en manos de Roma. El campamento de La Dehesilla conserva arranque de muralla y restos de piedras y tiene una altitud de 1.050 metros, lo que permite una visión no solo de Numancia sino del muro de circunvalación. Las mesetas actuales que ocupaban los antiguos campamentos romanos están señalizadas por una columna blanca. En los próximos años el paisaje celtíbero quedará irremediablemente destruído: promociones de chalés a la entrada de Garray y la construcción de algo llamado Ciudad del Medio Ambiente que tiene todos los parabienes legales ya que, aun impactando violentamente el entorno, no afecta a la zona arqueológica protegida. Pero, qué vale de Numancia: ¿las cuatro piedras que quedan o el paisaje que permite imaginar lo que allí se vivió?

2 comentarios:

  1. No deseo ni quiero buscar una comparación o una justificación con numantina resistencia, a lo inevitable, del actual gobierno

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  2. Muy oportuno recordarnos lo de Numancia en los tiempos que vivimos

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