jueves, 22 de noviembre de 2012

El castillo de Soria


Según las crónicas de la época árabe, allá por el año 868, Soria se había alzado en armas contra la autoridad central y bajo el mando de Sulayman Ibn Abdus, a cargo de las tropas omeyas, se logra sofocar con buena fortuna la rebelión, convenciendo a muchos de regresar a la obediencia y al dominio de Córdoba. Fernán González, conde de Castilla, construiría el núcleo antiguo en el s.X, Alfonso I de Aragón se encargaría del recinto externo en el s.XII y Sancho IV a finales del s.XIII completaría la muralla. Pero todo eso desaparecería en el año 1812 cuando el general Durán, durante la guerra de la Independencia, mandó derribar todo tipo de fortificaciones para evitar que los franceses se atrincheraran.
Dicen que era una construcción trapezoidal, con cuatro pequeñas torres y un lienzo de muralla que bajaba hasta el Duero. La torre del homenaje era rectangular y estaba construída en mampostería, con unos muros de tres metros de espesor y en su interior había dos pisos con bóvedas de ladrillo. Una imagen del castillo aparece tal como era en los frescos de la ermita de San Saturio (en esa época todavía estaba en pie).
El infante Juan de Castilla y Castro (1355-1405), hijo de Pedro I el Cruel y Juana de Castro, pasó casi toda su vida encerrado en este castillo (por las guerras civiles continuas que llevó al trono a la dinastía Trastámara) e incluso se casó con Elvira de Eril, hija del alcalde de Soria, Beltrán de Eril. Tuvieron dos hijos, un varón que llegó a ser obispo de Osma, y una mujer que se convirtió en abadesa del desaparecido convento madrileño de Santo Domingo el Real.

2 comentarios: