domingo, 12 de abril de 2015

Candelario


Dos cosas llaman poderosamente la atención a nada que pasees por Candelario (Salamanca), y que lo hacen singular: las regaderas y las batipuertas. Las regaderas son canales de agua que recorren las calles y que recogen el agua de la sierra. Las batipuertas son medias puertas de madera para que, estando la casa abierta para que se ventile, no entren animales ni polvo. Tienen un bello diseño de carpintería. La iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción es del gótico tardío (s.XIV) y tiene una maravillosa techumbre mudéjar en la capilla mayor. La torre mide 28 metros y tiene entrada exterior. El edificio del ayuntamiento es del s.XIX y tiene tres plantas y un jardín cerrado con verja. 3 fuentes en las entradas de Candelario (de origen romano) y otras 11 en su interior dan fe de la importancia y la utilidad de este elemento natural en la Sierra de Béjar.

Desde los tiempos de Carlos IV, que lo probó y le encantó, el embutido es la joya de la corona de Candelario. Nosotros compramos en Hijos de José Cabrero (desde 1850) una pieza de chorizo y otra de salchichón.

3 comentarios:

  1. Siempre me gustaron las batipuertas. Como tu dices el objeto era que no entraran animales, porque para la gente era como tener la puerta abierta. Eran otros tiempos, sin peligros añadidos.
    El embutido de Salamanca siempre fue magnífico.

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  2. Siempre he pasado por allí demasiado rápido . Me he acercado desde Béjar o desde Hervás. Precioso lugar.

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  3. Recuerdo la visita a Candelario con mis padres cuando era pequeño... leyendo tus crónicas nos están entrando ganas de poner esa zona de Salamanca en nuestro próximo calendario de visitas.

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