miércoles, 28 de enero de 2015

Castillo de Garcimuñoz


Don Juan Manuel (1282-1348) fue uno de los prosistas medievales más importantes. Suyo es el famoso El conde Lucanor, una serie de cuentos, fábulas y alegorías que exponen los problemas o inquietudes de un joven noble presentados ante un viejo consejero, llegando en cada caso a una especie de moraleja o intención didáctica. Don Juan Manuel fue duque y príncipe de Villena, además de Adelantado Mayor del Reino de Murcia. Fue sobrino de Alfonso X el Sabio y su hija Juana se casó con Enrique II, siendo padres de Juan I de Castilla.

Don Juan Manuel se pasó la vida escribiendo en sus castillos. El de Alarcón y éste de la localidad justamente llamada Castillo de Garcimuñoz (Cuenca) -que tiene el nombre de su antiguo propietario del s.XII- eran sus favoritos. La iglesia de San Juan Bautista (foto) se aprovechó de una esquina del castillo, erigiendo el campanario sobre uno de los torreones circulares. La Corredera, calle principal, llega a la llamada casa de Don Juan Manuel, que fue luego donada a la orden de los agustinos para convertirla en convento.

lunes, 26 de enero de 2015

Motilla del Palancar


Motilla del Palancar (Cuenca) es cruce de caminos en las rutas de La Manchuela. Referencia comercial y administrativa de la comarca, es tierra de paso y lugar imprescindible de parada y fonda. La iglesia de San Gil (s.XVI, foto) tiene dos portadas renacentistas y un ábside poligonal de tres lados. En su interior tiene bellas capillas y bastante imagineria barroca. La torre tiene tres cuerpos y se alza altiva sobre la población. La calle Riato es la arteria del paseo de la localidad y desemboca en el río Valdemembra. La ermita de la Concepción está a las afueras y la Casa de los Lujanes (s.XVII) es un palacio de dos plantas con un balcón central, escudo nobiliario y ventanas de rejería.

El Hotel Restaurante Setos ofrece cama y mesa. Estaba deliciosa la pierna de cabrito deshuesada y fileteada acompañada de una botella de vino Señorío de Monterruiz (del cercano pueblo de Casas de Santa Cruz).




domingo, 25 de enero de 2015

Villanueva de la Jara


Otra localidad interesante de la comarca de La Manchuela es Villanueva de la Jara (Cuenca). La iglesia de la Asunción (s.XVI) fue construída con piedras de su castillo árabe, cuyos restos de muralla todavía pueden observarse en uno de los laterales del templo. Lo más bonito de Villanueva es su plaza mayor: su ayuntamiento, igualmente del s.XVI, tiene su torre del reloj, su pósito y su cárcel. Encuadrando la plaza vemos la Posada Massó (foto), un ejemplo de casona manchega renacentista (de la misma época que el ayuntamiento) con su porche con arco de entrada apoyado en  columnas de piedra y, dentro, un gran patio central. Y, en la otra esquina, la Villa Enriqueta, ya del s.XIX, ejemplo de construcción modernista con elementos neomudéjares.

Villanueva de la Jara fue pionera en los años sesenta del s.XX en el cultivo de champiñón (primero en cuevas y, posteriormente de una manera más industrial). Un convento de carmelitas fue fundado por Santa Teresa de Jesús en 1580. Nos asomamos al patio de la Casa de la Música (centro cultural) y tomamos un café en el Casino (bar social).

domingo, 18 de enero de 2015

Villarrobledo


Las tinajas de Villarrobledo (Albacete) tienen fama. Desde el s.XVIII esta localidad se especializó en trabajar el barro y convertirlo en recipiente para guardar el vino, como buena zona de viñas que es. Su ayuntamiento se construyó en 1599 (fecha grabada en su portada). Es de estilo renacentista con doble arquería de seis vanos enmarcados en dos potentes muros en los que en uno hay un escudo y, en el otro, un reloj. La iglesia de San Blas (foto) es una ampliación de la se derribó en el s.XVI, sustituyéndose por un templo de tres naves, con dos portadas al exterior. Integra elementos góticos, renacentistas y barrocos.

Villarrobledo tiene un bonito Teatro modernista (1916), prueba de que la burguesía local de la época se preocupó por temas culturales. Numerosos blasones se contemplan en impecables casas solariegas. Hoy día hay un Centro de Interpretación de la Tinajería (abierto en 2008). A las afueras se encuentra la ermita de la Virgen de la Caridad, patrona de la localidad.

De Villarrrobledo nos trajimos una botella de vino blanco Argum (sauvignon blanc semi-seco) de Viñedos y Bodegas El Castillo, que nos supo a gloria bendita.

sábado, 17 de enero de 2015

La Roda


Allá por 1960, a Manuel Blanco López, confitero de La Roda (Albacete) se le ocurrió un pastelito que dedicó a su amigo Miguel Ramírez. Nosotros lo probamos en la pastelería  La Moderna. Es una delicia de suave hojaldre relleno de crema pastelera y espolvoreado de azúcar glasé. Es también la mejor embajada de este encantador pueblo manchego, repoblado por el infante Don Juan Manuel y con el título de villa otorgado por las Reyes Católicos.

Nobles familias edificaron bellos palacios que se pueden descubrir en los paseos, todos bajo la sombra de la iglesia de El Salvador (s.XVI), edificada en la "loma del castillejo" con un campanario renacentista (tipo herreriano). Cuando visitamos en Navidad su interior descubrimos un espectacular belén maravillosamente diseñado. Desde la iglesia desciende una calle que va a dar a la Casa de los Alcañabate (foto), cuya fecha de ejecución es 1627. Se da la circunstancia de que este palacio estaba situado enfrente y, demolido en 1960 (cuando nacieron los miguelitos), fue reconstruído tal cual en 1995.

Parada y fonda en el Hotel Restaurante Juanito: una deliciosa carrillada de cerdo y una sopa de yogur.


martes, 13 de enero de 2015

Tarazona de la Mancha


La Manchuela es una comarca que se extiende por el sur de Cuenca y el norte de Albacete. Su paisaje está formado por suaves cerros, campos de labranza, plantaciones de vides y las caprichosas hoces del río Júcar que contribuyen a pintar una naturaleza digna de un cuadro. A camino entre Levante y Castilla, esta zona está poblada de villorrios con aires señoriales en sus plazas y en sus palacios (perteneció al señorío de Villena).

Tarazona de la Mancha (Albacete) está en mitad de todo esto. Las balconadas voladizas de madera de su plaza Mayor (s.XVII) son el símbolo de la localidad, destacando también los soportales del ayuntamiento, los cuatro arcos de acceso, la fuente de 1928 y la iglesia de San Bartolomé, con imponente campanario -rematado con chapitel de pizarra- y portada clasicista. Numerosas casas blasonadas aparecen en las calles de alrededor (el rey Felipe II le concede en 1564 el título de villa). El Carnaval de Tarazona de la Mancha es muy querido por los lugareños ya que es participativo y entrañable.

sábado, 10 de enero de 2015

San Clemente


San Clemente (Cuenca) sorprende por el conjunto armónico de sus calles y sus plazas que te trasladan a un escenario medieval con vida actual intensa. En la Plaza Mayor se encuentra su ayuntamiento renacentista, del s.XVI, con fachada de dos plantas y torreón (la planta de abajo es una galería porticada con siete vanos y columnas dóricas, y la planta primera tiene igualmente siete arcos que son ventanas cerradas con forja y cristal y con un friso con decoración de rosetones). Un escudo de los Austrias da temple al lugar. En esta primera planta se encuentra el Museo de Obra Gráfica Fundación Antonio Pérez, que es una maravillosa colección de artistas contemporáneos (Gordillo, Saura, Equipo Crónica). La iglesia de Santiago Apóstol es igualmente del s.XVI, pero con elementos anteriores del XV (góticos) y posteriores del XVII (barrocos). En una de sus capillas se encuentra una hermosa Cruz de Alabastro de tres metros con temas esculpidos de Cristo y la Virgen.

La Torre Vieja (foto) es la construcción más antigua de la localidad. Fue construída a principios del s.XV. Parece ser que cuando Isabel la Católica visitó la localidad se aposentó aquí. Palacios y conventos aparecen por cualquier lado a nada que callejees un poco. El Pósito se encuentra en la Plaza de la Iglesia y es un edificio (con dos bellas pilastras) del s.XVI que fue en origen carnicería, luego almacén, cuartel de la guardia civil y actualmente dependencias judiciales. También cerca está la antigua cárcel.

Para comer en San Clemente hay que ir a La Posada del Reloj. Sirven unas chuletillas de conejo riquísimas y un atascaburras (puré de patata y bacalao) de chuparse los dedos. Acompañándolo todo con una botella de tinto Puente de Rus, vino delicioso del mismo San Clemente.