martes, 21 de junio de 2016

La Plaza del Diamante


"Yo dije que había perdido a la Julieta y el muchacho dijo que él había perdido al Cintet y dijo, cuando estemos solos, y todo el mundo esté metido dentro de sus casas y las calles vacías, usted y yo bailaremos un vals de puntas en la Plaza del Diamante... gira que gira, Colometa. Me le miré muy incomodada y le dije que me llamaba Natalia y cuando le dije que me llamaba Natalia se volvió a reír y dijo que yo sólo podía tener un nombre: Colometa. Entonces fue cuando eché a correr y él corría detrás de mí, no se asuste...¿no ve que no pude ir sola por las calles, que me la robarían?..."

(La Plaza del Diamante, Mercé Rodoreda, 1962)

Entre 1954 y 1972 Mercé Rodoreda vivió en Ginebra (Suiza), en su exilio por la guerra civil española (por escribir en catalán y haber publicado en revistas de izquierdas). Es allí donde escribe su novela más aclamada, La Plaza del Diamante, la historia de supervivencia de una mujer del barrio barcelonés de Gràcia en la época de la posguerra. A mediados del s.XIX, cuando se urbanizó lo que entonces era la Vila de Gràcia, decidieron poner nombres de joyas a algunas plazas y calles. En 1937 los vecinos construyeron un refugio antiaéreo con capacidad para 300 personas y con dos accesos de escaleras (se reabrió en 1999). Una escultura de Xavier Medina-Campeny representa al personaje de Colometa de la novela de Rodoreda. Columpios para niños y parking de bicicletas configuran los nuevos aires contemporáneos de esta plaza.

1 comentario:

  1. Es inevitable asociar determinados espacios a su tratamiento literario, ¿verdad?

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