San Nicolás, una iglesia románica soriana del s.XII (hoy en ruinas) guarda la clave de uno de los asesinatos más impactantes de la historia de Inglaterra.
La iglesia de San Nicolás fue demolida en el s.XIX y desmontada su portada en 1908 trasladándose a la iglesia de San Juan de Rabanera donde hoy día pude contemplarse. San Nicolás (en la calle Real) era una iglesia de una sola nave con cabecera absidial semicircular. 3 ventanas alargadas con arco de medio punto y chambrana de puntos de diamante permiten adivinar el esplendor que debía poseer esta joya del románico.
El 29 de diciembre de 1170 fue asesinado mientras rezaba en el atrio de la catedral de Canterbury el arzobispo Tomás Becket (luego santo de las iglesias católica y anglicana), amigo y confidente de Enrique II de Inglaterra. Las desaveniencias y desencuentros surgidos entre los dos por una serie de reformas judiciales (que reducían las atribuciones de la iglesia) hizo que los acontecimientos se precipitaran y un grupo de caballeros fieles al rey dieran muerte al arzobispo.
Ese mismo año Alfonso VIII de Castilla se casó con Leonor de Plantagenet (hija de Enrique). Alfonso estuvo vinculado desde niño a la ciudad de Soria y se la entregó en arras a su esposa como dote del matrimonio (lo que explicaría también la influencia de la iglesia románica de Poitiers en la soriana de Santo Domingo, ya que Leonor era también hija de Leonor de Aquitania). A modo de expiación de la tragedia que tuvo que ser para su padre la muerte de su antiguo amigo, pidió que quedase plasmada esa historia en las pinturas de las paredes de una capilla de la iglesia de San Nicolás.
El abandono y la desidia durante años (un siglo, verdaderamente) ocultaron tras un muro esta historia que en 1977 permitió descubrir estas pinturas (miden 1,90 metros de alto por 4 de ancho y que desde entonces están detrás de un tablón empujado por el viento, la lluvia y el desinterés). Actualmente los restos de la iglesia y lo que queda de lo dibujado están siendo sometidos a un proceso de restauración.
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