lunes, 6 de junio de 2011

Cifuentes





"En la parroquia del Salvador hay un púlpito de jaspe, o de alabastro, que debe valer un dineral; es un púlpito de mucho mérito. Tiene unas esculturas muy cuidadosamente esculpidas y lo remata, por abajo, una cabeza con dos caras, como la de Jano, sólo que de hombre y mujer. El cura le cuenta al viajero la última historia del púlpito.


-Después de la guerra me costó mucho trabajo encontrarlo. Fue a aparecer en Madrid, en un museo. Al principio no querían dármelo, querían darme otro en vez. Un día me fui con un vecino que tiene una camioneta, me planté en la puerta del museo y les dije: Venga ese púlpito, que es mío. Lo cargué en la camioneta y ahí lo tiene usted.


El cura es un cura valiente, decidido, un cura simpático y trabajador que está orgulloso de su púlpito y, en cuanto lo encontró, se lo trajo y en paz."



Viaje a la Alcarria, Camilo José Cela, 1946



La Iglesia de San Salvador en Cifuentes (Guadalajara) es un tempo construído entre los siglos XIII a XVII, lo que nos permite comprobar elementos románicos, góticos, renacentistas y barrocos. Posiblemente lo más interesante en su exterior sea la portada de Santiago (en la fachada oeste, bajo un tejadillo), con un arco de medio punto con arquivoltas en degradación, alguna de ellas con figuras religiosas. Sobre esta puerta, un rosetón gótico.


También son interesantes la ermita del Remedio (y las arcadas del hospital), los torreznos que ponen en el bar La Esquinita, la perdiz escabechada que sirven en La Casa de los Gallos, el convento de Belén donde venden dulces, las curiosas cuevas del restaurante Los Parrales, el castillo construido por Don Juan Manuel en el siglo XIV, la muralla y la Puerta Salinera y los múltiples canales, ríos, molinos y balsas que se reparten por toda la población. Aquí nació la princesa de Éboli y, también, tienen una enorme tradición de tocar la zambomba.

1 comentario:

  1. Una bonita entrada sino fuera por la cantidad de piezas del patrimonio artístico que se han perdido, y no me refiero al paso del tiempo.

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