lunes, 6 de agosto de 2012

Battambang


Es una ciudad situada al noroeste del país y con unos 140.000 habitantes. En sus calles se pueden apreciar varias casas coloniales francesas (con sus curiosas balconadas en las que se saca la vida interior hacia lo que ocurre fuera). Cerca del Mercado Central (con una construcción de ligero aire art noveau) se encuentra la Pagoda Peapheng y en la Calle 2 (yendo hacia el río Sangker, frente a la Escuela China) está el restaurante White Rose (rollitos frescos de cerdo y verduras envueltos en una sábana de arroz, ternera lok lak y batido de mango, piña y banana) con unos precios muy populares.
Uno de los divertimentos que ofrece Battambang es la posibilidad de viajar 8 kilómetros en lo que se denomina Tren de Bambú, que no es otra cosa que una plataforma de madera colocada sobre unas ruedas móviles y accionada por un pequeño motor. Como quiera que solo hay una vía, en el caso de que llegue de frente otro tren, tendrá que desmontarse el que lleve menos viajeros. El ajetreo, desde luego, es parte de la gracia de la experiencia.
También visitamos una fábrica de ladrillos (y entramos en un horno, apagado por supuesto) y unos niños muy simpáticos nos regalaron una especie de saltamontes (de tamaño grande) fábricado con hoja de palma.

1 comentario:

  1. Aquí que acabamos con todo ya hemos perdido el tren de la bruja.
    Estas pequeñas ciudades con sus peculiaridades caseras tienen mucho encanto.

    ResponderEliminar