viernes, 26 de agosto de 2022

Salinas de Añana


Los cursos subterráneos del valle situado en Salinas de Añana atraviesan sedimentos de sal antes de salir a la superficie. Ese agua almacenada, con la ayuda del sol y del viento, produce sal para uso doméstico. Se cree que estos parajes salinos ya eran conocidos desde el Neolítico, pero a mediados del s.XX fueron abandonados, Desde 2015 en que recibieron el Premio Europa Nostra gracias a su recuperación, es una Fundación la que administra los recursos naturales y turísticos que este paisaje produce. La visita guiada a la que nos apuntamos fue toda una experiencia.  El pueblo fue fundado por Alfonso I en 1126 y concedido fuero en 1140, por lo que es la villa más antigua de Álava. Eso es lo que uno siente al recorrer sus calles repletas de casas señoriales.

En el Palacio de Añana (del s.XVII, también conocido como Palacio de los Ozpinas, hoy hotel y restaurante) tomamos un menú de 15 euros que, por elección, fue: gambones con sal de Añana (lógicamente), churrasco de ternera a la brasa y tarta de queso, más copa de vino. En una plazoleta había una escultura de una mujer salinera. 

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