martes, 25 de septiembre de 2012

Evaristo Navarrete


Cuando disfrutas despacio los cuadros de Evaristo Navarrete se te mete en el cuerpo una sensación de paz, alegría y felicidad. Porque la amabilidad de los temas y la viveza de los colores enmarcan un conjunto de personajes y paisajes que, cuanto menos, te hacen sonreír. Cajas apiladas de coca-colas o desfile de nazarenos dirigidos por un guardia urbano, rebaños de ovejas que se cruzan en un estrecho puente o telas secándose en una calle árabe dan idea de los mundos por los que vuela la imaginación de un pintor que bebe de la norma de lo naïf: la mirada bondadosa hacia la realidad.
38 obras de gran formato, trabajo de los dos últimos años de este pintor nacido en Badajoz y que habitualmente expone y tiene obras en museos de España, Italia, Portugal y Francia, puden contemplarse en la galería Éboli de Madrid (Plaza de Ramales s/n) hasta el 19 de octubre.
La inauguración se celebró el pasado 21 de septiembre y contó con una simpática reunión de fans que envolvieron al pintor de fruteros, monjes, toreros y relojeros. Pero también de exóticos paisajes con abundante vegetación y curiosos animales que aparecen por entre las ramas.
En la foto, detalle de uno de sus cuadros.

3 comentarios:

  1. A ver si esta vez me paso por la galería que, creo recordar, que ya has recomendado otras veces. Aunque soy muy mío para el naif.

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  2. Amabilidad, es de lo que andamos faltos, una buena opción para huir de la realidad que nos asola.

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  3. Te veo muy abonado a la galería Éboli.. eligen muy bien las muestras.

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