jueves, 11 de abril de 2013

Cervecería Quevedo


En el barrio de las Letras de Madrid, la calle Quevedo une las de Cervantes y Lope de Vega. Bien, pues en el número 7 de Quevedo, ocupando el solar donde estaba su casa (que antes había sido de Góngora, con el que se enfrentó toda su vida), se encuentra la entrañable Cervecería Quevedo. Primero hay barra, luego hay mesas. Cuando te abres paso entre la multitud, puedes sentarte en una mesa tipo mesón y degustar una deliciosa ración de calamares, sepia, boquerones, pulpo, croquetas, mejillones, callos, lacón o gambas acompañada de una rica cerveza.
Pero también tienes la opción de probar mi descubrimiento culinario más fascinante: un cachopo de carne, que resulta ser un filete de ternera, una loncha de jamón, una loncha de queso y otro filete de ternera. Todo rebozado en pan rallado y huevo y, además, acompañado de patatas y pimientos. Por supuesto, al lado de una botella de vino de Valdepeñas, como tiene que ser. El cachopo es un invento asturiano, felizmente encontrado aquí.
Frente al convento de las Trinitarias Descalzas, una enorme placa recuerda el lugar donde vivió Francisco de Quevedo y Villegas, uno de los poetas más importantes del siglo de Oro. Es un Madrid antiguo, donde la esencia de la filosofía la tienes que encontrar ahora en una conversación amable entre cañas y tapas, porque no esperes que los edificios por sí solos te digan nada sorprendente.

2 comentarios:

  1. Letras, alcohol y buen yantar, buena combinación ,aunque suena un tanto burro.

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  2. Conozco muy bien el barrio. También el bar aunque nunca he entrado alli (hay tantos en la zona).
    A estas horas, un cachopo de esos es demasiado para mi. Voy a por un Rennie.

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