lunes, 8 de abril de 2013

Juegos de amor y muerte


Garganta la Olla (Cáceres) es un encantador pueblo arropado por sierras (gargantas) en un paraje repleto de naturaleza y de historia. Aquí está la Casa de las Muñecas (pintada de azul añil) donde la leyenda cuenta que el emperador Carlos V iba a jugar precisamente a eso, a las muñecas. Una figura femenina esculpida en el arco de entrada anuncia lo que dentro te podías encontrar. El horror de la Edad Media queda enmarcado en el Museo de la Inquisición, que ocupa la casa que fue en su día sede del Tribunal de esa institución y que tiene en su porche una columna granítica que dice "esta cruz se hizo siendo capitan Iván Muñoz familiar del Santo Oficio". Dentro, todo el horror de los aparatos de tortura que puedas imaginar.

La iglesia de San Lorenzo es del s.XV y tiene una pila bautismal y un retablo muy hermosos. Si quieres subir al coro a ver el órgano barroco y el museo de arte religioso, tienes que pagar un euro a la señora que te lo enseña. La casa de la Peña soporta el peso de un balcón de adobe (solana) sobre unas potentes vigas de madera que se apoyan en una piedra que está en mitad de la calle.

En la taberna de Las Gemelas (llamada así por las dos puertas iguales de la fachada) tienes un trato campechano mientras te bebes una copa de vino de pitarra. En el restaurante Los Leones, puedes degustar unas migas (o un revuelto de trigueros), una caldereta de cabrito (o un solomillo de cerdo) y un pudin de postre acompañado todo de una entrañable jarra de vino de la casa.

3 comentarios:

  1. Merece la pena visitarlo, aunque solo sea por el azul añil. Este color me lleva a la infancia.

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  2. No sabía yo que los emperadores iban de muñecas en aquellos tiempos.

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  3. Pues sí que merece la pena pasarse por aquí.

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