miércoles, 10 de enero de 2018

Cuevas en la montaña


Nájera (La Rioja) está rodeada de montañas por un lado (por el otro está el río Najerilla). Son cerros formados por estratos de arenisca roja y arcillas. Malpica y El Castillo son los montículos más peculiares de la zona, están integrados en la propia ciudad y son parte de su historia. Las cuevas de El Castillo han servido de cuartel carlista, de corral de ovejas, de champiñoneras, de palomares y de viviendas de vagabundos. Desde los años 70 del siglo pasado, su aspecto cambió: una Asociación se dedicó a limpiarlas, cuidarlas y protegerlas de los desalmados (del patrimonio cultural). Son cuevas formadas por varias habitaciones escalonadas que tienen un origen altomedieval, en el s.X, con los movimientos de población de eremitas y monjes y poco antes de la fundación por Don García del monasterio de Santa María la Real (1052, también su origen fue una cueva). De todos formas hay quien las data incluso en el s.III, en la época hispanorromana, ante el temor de los ataques de los pueblos germánicos.

En el restaurante Trinquete, en la calle Mayor, a orillas del río, degustamos dos menús fascinantes: revuelto de hongos, lomo guisado a la riojana y flan de cuajada, por un lado, y alcachofas con jamón, pechuga de pollo rellena y crema de queso con chocolate, por otro. Con botella de rioja de la casa Hermanos Pascual Miguel (Baños de Ebro, Álava) y agua, la cosa salió a 13 euros por persona.

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