viernes, 20 de agosto de 2021

Göreme


El Museo al Aire Libre de Göreme no es otra cosa que 400 iglesias excavadas en las rocas (en su buena época hubo hasta 1000). Eregidas a partir del s.IX, todas estas capillas y monasterios se construyeron en la toba volcánica y algunas muestran frescos bizantinos que describen escenas de la vida de Cristo. Tienen nombres tan peculiares como la iglesia de la Manzana, de Santa Bárbara, de la Serpiente (imagen de San Onofre, con barba y pechos), de las Sandalias (foto, llamada así por las huellas de dos pies bajo un fresco de la Ascensión) o de la Hebilla. Los monjes vivían y trabajaban en formaciones rocosas llenas de huecos. 

Ya desde el s.IV pequeñas comunidades de eremitas comenzaron a agruparse en la zona. Eran seguidores de San Basilio el Grande (uno de los cuatro padres de la iglesia ortodoxa) y son el origen de lo que ahora se ve. Numerosos motivos geométricos y simbólicos pintados en rojo adornan las paredes de piedra. 

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