martes, 2 de abril de 2013

Castillo de los Condes de Oropesa


Cruce de caminos, Jarandilla de la Vera (Cáceres) tiene un parador en el castillo de los Condes de Oropesa, que fue donde paró en 1556 el emperador Carlos I (de España y V de Alemania) un tiempo hasta que estuvo preparado el Monasterio de Yuste para su retirada del poder y de la vida.
El castillo es del siglo XV y desde el siglo anterior pertenecía a la importante familia de los Álvarez de Toledo. Tiene dos imponentes torres cuadradas y dos circulares. También hay una galería de arcos góticos muy bella en su patio interior.
En Jarandilla podemos echar un vistazo a la iglesia de Santa María de la Torre, de los s.XII-XII (una fortaleza al borde de una peña, que no es otra cosa que una edificación sobre un castro celta) y a la iglesia de San Agustín, del s.XVI, que fue un monasterio de agustinos recoletos con su colegio al lado.
En Jarandilla hay un restaurante que se llama Puta Parió. El domingo de resurrección hacen una curiosa procesión en la que los hombres van por una calle, las mujeres por otra y en una plaza se produce el Encuentro (así, con mayúsculas). También queman el Judas, un muñeco con la cabeza de calabaza y el cuerpo de paja, ante la algarabía de la población.

2 comentarios:

  1. Tristes recuerdos me traes de una presentación bochornosa que hice en ese parador. No me atrevería a volver.

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  2. Los Paradores, en estos momentos envueltos en polémicas estériles, siempre han sido uno de los mejores referentes de nuestra industria hotelera.

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