sábado, 28 de noviembre de 2015

Té y simpatía


Los seis bienes culturales inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad que visitamos en Sri Lanka, quedarán para siempre registrados en nuestra memoria: la ciudad santa de Anuradhapura, la antigua ciudad de Sigiriya, la antigua ciudad de Polonnaruwa, el Templo de Oro de Dambulla, la ciudad sagrada de Kandy y la ciudad vieja de Galle y sus fortificaciones. Son seis imprescindibles motivos para realizar este viaje al país del té y de la canela. Sus enormes dagobas pintadas de inmaculado blanco, elevándose hacia el cielo conteniendo una misteriosa reliquia, las recordaremos mientras las recorríamos descalzos dando vueltas hacia ninguna parte (indudablemente hacia nosotros mismos). Sri Lanka es el país de las orquídeas y de los elefantes, del Diente Sagrado de Buda y de los frescos de doncellas del siglo V. El país de las frutas, de las verduras, de los pescados y del arroz. Pero, sobre todo, es el país de la simpatía y de la amabilidad. Educados y atentos, los cingaleses ofrecen lo mejor de su país y te lo muestran con el cariño de las cosas que se respetan.

En la foto, un novio y sus acompañantes a las puertas del Jardín Botánico de Peradeniya, con el traje típico de Kandy.

3 comentarios:

  1. ¡Qué bien! Ojalá que algunos aprendieran a tener un poco de amabilidad y simpatía por estos lares. Lo necesitamos.
    Un saludo

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  2. Me he detenido a leerte
    Te he encontrado de casualidad
    Me gusta estar aqui

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