Cuerva

Cuando preguntamos en Cuerva (Toledo) por el Colegio de Gramáticos, nadie supo decirnos dónde estaba. Luego resultó que era el Cuartel de la Guardia Civil. Se trata de un edificio renacentista del s.XVII, de planta rectangular, de dos alturas. En su origen se llamó Colegio de San Ildefonso de los Infantes y fue fundado en el año 1619 por don Pedro Lasso de la Vega Niño de Guzmán. Aquí estudiaban niños que servían de acólitos o cantaban en los coros de la catedrales a los que se les enseñaba, entre otras cosas, gramática (centros precursores de lo que serían luego los institutos). En la fachada principal hay dos escudos de la familia y una inscipción que dice "Ave María". Todo está relacionado con descendientes del poeta Garcilaso de la Vega. Cuando caminábamos por la calle perpendicular al edificio, una señora nos señaló una cara esculpida en la pared de una casa.

Cuerva tiene la iglesia de Santiago Apóstol (s.XVI), de una nave con cinco tramos y capillas laterales. La parte central es renacentista y es obra de Covarrubias. La torre está rematada por un esbelto chapitel. Delante de la iglesia, un crucero gótico de piedra berroqueña del s.XVI. En el Restaurante El Prado nos sirvieron migas con huevos frito de primero y lomo de ciervo adobado y macerado de segundo. De postre natillas, además de dos copas de vino de Uclés (Cuenca). Con la consumición de la barra y un aperitivo de gentileza (fideuá de marisco), pagamos 25,55 euros por persona.