martes, 5 de mayo de 2020

Reflejo


Un trocito de cielo azul se adivina entre enormes nubes amenazadoras. A nada que esperes, volverá a brillar el sol. Ya es hora de que salga el sol en nuestras vidas. Unas vidas que han estado dos meses impregnadas de miedo y oscuridad. Con lo peor que te podía llegar: que empezaras a toser y te mandaran a un hospital a esperar la muerte (el truncamiento de una vida que iba tirando y, de repente, se truncaba).

Ahora somos un reflejo de lo que fuimos. Somos otros: más confundidos, más maniáticos, más pesimistas. El precio que se ha pagado (libertad de movimientos) ha sido duro, pero se ha podido asumir con la incorporación de ciertas rutinas que tranquilizaban el día a día. Ahora nos miramos en el espejo y vemos al otro yo. Iguales, pero muy cambiados. No puede ser de otra forma, ha habido que aprender rápido de lo relativo que es todo.

Habrá que seguir con la vida, despacio, con algún temor todavía. Pero no queda otra. Habrá que hacer balance y saber qué es lo que verdaderamente nos llevamos de todo este tiempo extraño.

2 comentarios:

  1. A mi todo esto no me viene nada bien en este momento. Yo ya tenía hechos mis deberes. No necesitab tiempo para reflexionar. Exijo un salvoconducto que me permita llegar a el Hierro.

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