lunes, 18 de mayo de 2020

Sumergirme


Meterme en un lago de agua tibia y purificarme. También me daría igual si el agua estuviese fría, helada, gélida. Eso es lo que quiero. Sentir mi cuerpo (y, de paso, mi alma) en libertad y limpiarme. Sentir que renazco hacia un nuevo mundo en el que lo tóxico, lo hipócrita, lo falso, lo complejo no tiene razón de ser. Y empezar a vivir sin miedo, con sencillez y con humildad.

Sentir desnudez y caricia húmeda. Y andar, caminar, no tener frontera geográfica ni temporal. Poder moverme en la dirección que mis pasos sigan. Hablar con quien tenga ganas de hablar y no hablar con quien no tenga ganas de hablar. ¿Tan difícil será el futuro nuevo?.

Quiero nadar, flotar, sumergirme, volar, correr, dar volteretas en el espacio que me rodea, que es mío y que me lo he ganado. Ser niño con la experiencia y la decisión del adulto. Asombrarme todavía.

2 comentarios:

  1. Me acaban de entrar unas ganas locas de playa.

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  2. Es un buen plan, pero me temo que no va a bastar con un baño para conseguirlo, y menos en este mundo de aguas turbias o revueltas, donde ya sabes qué pescadores salen ganando...

    Abrazo

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