miércoles, 2 de diciembre de 2020

Vamos de boda


Esta familia tan maja que vemos en la foto, posa orgullosa para eternizar su felicidad a la entrada de la calzada que conduce a Angkor Wat, siguiendo el camino que marca la balaustrada en forma de serpiente. Es gente camboyana de 2012, testigo de los nuevos tiempos de un país joven, con un patrimonio histórico excepcional y con unas ganas enormes de abrirse al mundo. Recordemos que la guerra civil duró 8 años y que terminó en 1975 con la escalofriante cifra de 1,7 millones de muertos (aproximadamente la cuarta parte de la población). 

El Museo Tuol Sleng de Phnom Penh era el campo de tortura S-21 de los Jemeres Rojos. Se calcula que allí murieron 12.000 personas. Cuando este lugar (que eran unas escuelas) fue liberado, solo quedaban 7 personas vivas allí. Bou Meng (pintor de cuadros) y Chum May (mecánico) fueron 2 de ellos. Cuando visitamos el museo nos firmaron sus respectivos libros donde cuentan su experiencia. Un testimonio de vida para que el mundo se entere.

Los templos de Angkor son Patrimonio de la Humanidad desde 1992, están en mitad de la selva y muestran el apogeo del imperio jemer entre los siglos IX y XIV. Los templos de Sambor Prei Kuk, en un frondoso bosque, es el reflejo del imperio chenla en los siglos VI y VII y también son Patrimonio de la Humanidad desde 2017. 

1 comentario:

  1. cuando se viaja, al viajero le gusta que no en todos los lugares sea todo igual y que se conserven tradiciones propias y formas de celebrar no uniformadas...

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