domingo, 10 de enero de 2021

Demolición


En el año 1812 el comandante José Joaquín Durán y Barazábal (el jefe de los militares de la zona) ordena destruir la muralla de Soria. Tomada por los franceses en plena Guerra de la Independencia, es la estrategia que se consideró más oportuna para que el enemigo no se atrincherara en la ciudad. Durán venía del triunfo de la batalla de Osonilla (Tierra de Berlanga), un año antes. La última guarnición gala se había refugiado en el castillo, hasta que su ejército vino a llevárselos. La resistencia de la ciudad de Soria ante la llegada de los hombres de Napoleón fue escasa. De hecho, se dieron órdenes de explosionar la muralla ya en 1808, pero el mariscal francés Ney que mandaba en la acción, pensó que era desorbitada la cantidad de pólvora que había que gastar para ello (llegaron incluso a arreglar ciertos trozos estropeados).

Sin embargo Durán pega fuego a conventos y manda minar parte de la muralla (voladura parcial, de momento) para que la ciudad no ofreciera cobijo al invasor. Una vez constituido el nuevo ayuntamiento, también ordena demoler paramentos de la muralla del castillo (foto) y de su torre del homenaje. Se vuela más muralla para inutilizar su uso defensivo posterior. La Puerta de Rabanera fue la última en derribarse, en 1888.

1 comentario:

  1. Es curioso, la geografía española está llena de lugares destruidos por el ejército español en la memoria de los pueblos y, en cuanto uno ahonda en la investigación se conoce qué pocos espacios y lugares destruyeron. Fueron las partidas locales las que cometieron las mayores atrocidades en las represalias o en las medidas preventivas. Esto merecería la pena un libro.

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