lunes, 4 de enero de 2021

Tierra de frontera


En el principio no había nada. Bueno, cerca de aquí, en los abrigos de las rocas del monte Valonsadero, los pastores expresaron con dibujos esquemáticos hace cuatro mil años sus inquietudes artísticas. Después vendrían los pueblos celtíberos que dejaron vasijas (generalmente rotas) allá por el 133 a.C., año en que el imperio romano vio como Numancia prefirió morir a dejarse esclavizar. Visigodos (el anacoreta Saturio en el s.VI) y árabes (Almanzor perdió el tambor en el año 1002) pasaron deprisa y corriendo. Tierra de frontera entre cristianos y musulmanes, tuvo que llegar en 1119 el rey aragonés Alfonso I el Batallador para repoblar lo que hubiera de ciudad (una fortaleza discreta en lo alto de un cerro) para que Soria comenzara su andadura en la historia.

Este rey lo fue de Aragón y de Pamplona. Y con la excusa religiosa empezó a apoderarse de todas las ciudades que encontraba en su camino. Tras conquistar Zaragoza, llegó a duplicar la extensión de su territorio. Dejó como heredero de lo logrado a Dios, concretamente a las órdenes militares (templarios, hospitalarios y Santo Sepulcro). A su muerte, se separaron los dos reinos.


1 comentario:

  1. Una de las cosas más sorprendentes cuando uno se escapa por estas tierras de pan llevar es que cualquier piedra está cargada de historia.

    ResponderEliminar